Pena de muerte en México
El Derecho Penal tiene como
principal objeto intimidar al hombre para que éste no realice algunas conductas
de acción y omisión que contravengan al orden jurídico establecido, sujetándolo
en la represión que el Pacto Social ha depositado en la Soberanía del Estado
para asegurar el bienestar común.
La concepción y evolución del
Derecho Penal ha originado diferentes posturas en cuanto a la norma se refiere,
ocupando un gran debate en torno a la disposición de las penas, su duración y
ejecución. Regularmente la pena ha ido modificándose en la aplicación,
inhibiendo cada vez más al hombre en su entorno para lograr el sentido de temor
hacia el Estado como Juez irremisible de la “mala conducta”. Doctrinalmente, el
Derecho Penal también ha desembocado en un brutal cisma en las sociedades,
apuntando a un debate trascendental en la concepción de las penas que han de
ser punibles a los infractores.
El Derecho Mexicano en materia Penal
-en teoría- ha abogado para que el delincuente sea rehabilitado en la sociedad,
y éste a su vez le sea útil a la misma en la no reiteración de la conducta
castigada. En los Códigos Penales de las entidades el mayor bien jurídico
protegido es la vida, y como tal, desde cualquier punto de vista, en los
delitos contra la vida recaen las persecuciones de mayor valía dentro del
Estado. Es entonces que la vida, siendo el mayor bien que posee el hombre, deba
ser tutelado con la mayor observancia y delicadeza dentro de las penas.
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